A lo que a mí respecta no venimos a este mundo sin empatía, las acciones y circunstancias hacen endurecernos. Una persona dura no significa que no sienta la tristeza o felicidad.
Los duros sufrimos en silencio, ese silencio se vuelve enfermedad, muchas veces no nos permitimos expresar para no mostrarnos débil ante el mundo.
Mostrar debilidad para los duros es símbolo de derrota. A lo que a mí respecta no está mal sentirse débil, está bien permitirnos descansar de tanta armadura.
No está mal de vez en cuando demostrar, que los demás vean que sentimos.
Es un clásico pensar que si no lloras no sentís. Si no te ven mal entonces no te importa.
Pero déjenme decirles que el duro enferma eso que calla, se vuelve gripe, tos, dolores de espalda, dolor de cabeza, fiebre, cólicos, vicios.
Queremos y amamos más o igual que las personas expresivas. Los duros a veces también necesitamos solo recibí pero cuando llega ese cariño que nos abraza el alma nos sentimos cálidos nos llena del amor que una vez nos faltó. Nos repara, nos sentimos vivos porque de eso se trata de vivir sintiendo.
